UN VIAJE EN EL TIEMPO

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La Trochita te ofrece varias maneras de disfrutarla.

Viajar por primera vez en La Trochita es algo mágico. No importa si uno vio fotos o videos con anterioridad, cuando el tren comienza a moverse para colocarse junto al andén el aire se llena de un espíritu particular.


El sonido del silbato, de las toneladas de metal que se compaginan para moverse con parsimonioso carisma predisponen al viajero de un modo particular. Cada detalle del tren atrae la mirada. El resplandor del fuego que sostiene la presión en la caldera, los vagones de madera que se adinivan antiquísimos a simple vista, los pequeños bancos y las salamandras que evocan inviernos impiadosos en la meseta. Todo en el tren parece salido de un cuento o de una película.

A medida que el tren avanza, el paisaje va cobrando protagonismo. Ya no solo deslumbra el tren, sino los cerros que recortan el cielo y los animales que saludan a su paso; los guías complementan el espectáculo con la información clave para que todos los pasajeros puedan comprender y conocer a La Trochita con mayor profundidad.

La Trochita ofrece tres opciones de salidas para quienes desean vivir la experiencia de viajar en este museo rodante. Desde la estación Esquel y desde la Estación El Maitén parten servicios turísticos, mientras que además es posible contratar chárters para realizar la totalidad del recorrido. Además, tanto en Esquel como en El Maitén hay exhibiciones sobre la historia del tren para recorrer antes o después del viaje.

SERVICIOS Y EVENTOS